La música clásica y la moderna Siria
Educación, política, guerra y migración

Texto Zaher Alkaei﹒Fecha 15. Junio 2021﹒Traducción al español Aparicio Alfaro


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1. Introducción

Durante los últimos diez años (2011-2021) Siria, y lo que viene ocurriendo en Siria, se ha vuelto un tópico cada vez más presente en discursos que son diferentes, pero que están interconectados. El presente artículo intenta acercarse a la problemática de la música clásica en la Siria moderna, haciendo énfasis en las cuestiones relativas a la educación, la política, la guerra y la migración. No es necesario aclarar que para abordar temáticas tan complejas se necesita mucho más que tan solo un breve artículo. De todas maneras, el objetivo de este artículo es ofrecer una primera mirada a estas problemáticas que requerirían ser estudiadas con mayor profundidad en ulteriores investigaciones. 

A partir de 2011, Siria comenzó a experimentar una tragedia que sigue sucediendo. Esta situación trágica solamente se puede capturar vagamente en frases que incluyen los términos “revolución”, “guerra civil”, “guerra internacional contra el terrorismo”, “muerte de cientos de miles de civiles sirios en Siria y en sus rutas migratorias”.

La Siria post-2011 difiere fuertemente de lo que el país había sido hasta ese entonces. Por esa razón, este artículo se ocupará primero de la música clásica en Siria hasta 2011 centrándose en la educación y la política, y al ocuparse de la Siria posterior a 2011, se abordarán también otros dos aspectos, el de la guerra y el de la migración. [1] Además de la división temporal con eje en 2011, hay que tener en cuenta también una división de índole geográfica: la de los músicos sirios que siguen tocando música clásica en Siria, y la de los que lo hacen en el exilio (especialmente, en Europa; de hecho, tomaremos como ejemplo el caso de dos orquestas sirias que tocan y trabajan en Europa).

Este artículo abreva en múltiples fuentes: además de la propia experiencia personal de su autor como músico e investigador sirio que ha debido abandonar su país, y su experiencia participando en proyectos musicales en Berlín, este artículo se apoya en las muy pocas publicaciones existentes sobre la música en Siria. Dada esta escasez de publicaciones, este artículo trabaja también con lo que ha aparecido en diarios, y en diversos reportes relacionados a la música clásica en Siria, antes y después de 2011.

Es necesario hacer una nota aclaratoria sobre los términos centrales usados en este artículo. Al decir “música clásica” nos referimos a la música clásica europea con raíces en la tradición de la “Cultura Occidental”. El término “Siria moderna” hace referencia al moderno Estado de Siria, posterior a su independencia en 1946. Al decir “sirios” nos referimos a todos los habitantes de Siria, sin importar su pertenencia étnica y cultural, que incluye (pero no se limita a) los árabes, kurdos, asirios y armenios. El término “educación” se refiere al proceso de facilitar el aprendizaje, ya sea en contextos formales o informales. Al decir “política” nos referimos ampliamente a las actividades asociadas con el tomar decisiones que inciden sobre grupos, y a las diversas formas de relaciones de poder entre individuos en adición a la expresión de posiciones ideológicas determinadas. Cuando decimos “guerra” nos estamos refiriendo al intenso conflicto armados entre los diferentes grupos que se están enfrentando en Siria. Al decir “migración” nos estaremos refiriendo a la migración externa, es decir, el movimiento de personas de un país hacia otro, a fin de asentarse temporal o permanentemente.

2. La música clásica en Siria hasta 2011


Jonathan Holt Shannon, en su libro Among the Jasmine Trees. Music and Modernity in Contemporary Syria, publicado en 2006, señala que los sirios han luchado por la creación de un estado moderno, especialmente a partir de la independencia en 1946, y que “modernización” terminó significando “occidentalización”, aún a expensas de la tradición. En la música, esto significó que la música árabe fuese vista por la mayoría -aunque no por todos - como “primitiva y atrasada” en comparación con la música clásica europea.

Podría decirse que la música clásica en Siria es un fenómeno enteramente del siglo XX. El novelista y crítico musical Sammin Al-Sharif, en su libro Al Musiqa fi Suria: a‘lam wa trikh (“Música en Siria. Nombres e Historia”), publicado en 2011, menciona al baron Erhast Belling que, huyendo de la Revolución Rusa en 1917, pasó por distintos países antes de arribar a Damasco durante los años 1930’s. Según Al-Sharif, Belling había sido discípulo de Rimsky-Korsakov, y habría dirigido la orquesta de la Corte Imperial rusa. Belling enseño piano y violín a muchos músicos sirios, antes de instalarse en el Líbano en 1954.

Otro músico ruso que se afincó en Siria, en la importante ciudad de Aleppo, fue el violinista Mikhail Boricenco. Según refiere Al-Sharif, Boricenco (que había sido alumno de Leopold von Auer) enseñó a muchos estudiantes, entre ellos al reconocido internacionalmente Nejmi Succari.

Estos dos músicos rusos jugaron un papel crucial en la puesta en marcha de la educación musical clásica en Siria. A continuación daremos una mirada general a las instituciones educativas relacionadas con la formación musical clásica en la Siria anterior a 2011.

2.1 Educación 

 

Según refiere Al-Sharif, el primer instituto musical en Damasco data de 1943, durante las postrimerías del mandato francés. Después de varias aperturas y cierres debidas a la inestabilidad política, el instituto finalmente reabrió sus puertas en 1961, bajo la supervisión de Solhi Al-Wadi (1934– 2007) en carácter de decano. En este instituto se enseñaba teoría musical y se ofrecían lecciones tanto de instrumentos pertenecientes a la música clásica europea como a la música clásica árabe.

 

Solhi Al-Wadi, un compositor y director que había estudiado en la Royal Academy of Music en Londres, también sería el decano del Instituto Superior de Música de Damasco, institución fundada en 1990, al comienzo de una década que sería crucial para la música clásica en Siria. En 1992, se fundó la Orquesta Sinfónica Nacional de Siria, que ofreció su primer concierto el 16 de enero de 1993. 

Solhi Al-Wadi, que seguiría al frente del Instituto Superior de Música de Damasco hasta 2003, contrató a una gran cantidad de músicos y pedagogos provenientes de Rusia y de otras repúblicas de la antigua Unión Soviética, como Azerbaiyán, Ucrania, Georgia y Armenia. Esto se debió no solo al prestigio y al alto nivel de estos músicos, sino también por los estrechos lazos políticos existentes entre Siria y el antiguo bloque soviético.[2]

 

Fueron muchos los profesionales provenientes de la ex Unión Soviética que trabaron en Siria. Por dar un ejemplo, Víctor Vsilievich Babenko (1951-2013) se instaló en Siria en 1992, tras haber pasado tres años en trabajando en Cuba. En Siria enseñó armonía, teoría musical, y se hizo cargo de la preparación del coro del Instituto Superior de Música de Damasco. Bajo la supervisión de Babenko y de Al-Wadi se presentó por primera vez en Siria la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, en 1995, con funciones en Damasco y en las ciudades históricas de Palmira y Bosra.[3]

 

Al igual que Damasco, Aleppo también cuenta con un instituto de enseñanza musical que data de 1946 y que, similarmente, abrió y cerró varias veces hasta su apertura definitiva en 1963. Recientemente se lo rebautizó en honor al cantante Sabah Fakhri por su importante rol en la interpretación de la herencia musical árabe. Otro organismo, el Instituto para la Música de Aleppo, abrió sus puertas en 1977.

 

En 2003 se fundó la Facultad de Educación Musical en la Universidad Albaath en Homs. El plantel docente estaba conformado por un número de graduados del Instituto Superior de Música de Damasco, otros músicos sirios que se habían formado en el extranjero, y cuatro docentes que provenían de repúblicas de la antigua Unión Soviética. En comparación con el programa del Instituto de Damasco, la Facultad de Homs estaba menos orientada hacia la formación de instrumentistas virtuosos y más hacia la preparación de educadores profesionales. 

 

Posteriormente al año 2000, comenzaron a parecer una gran cantidad de institutos privados de enseñanza musical en muchas de las ciudades sirias, ofreciendo variados niveles de enseñanza. La situación, a pesar de estos esfuerzo entusiastas, distaba de ser óptima. Algunos, como el pianista Gaswan Zerikly, ven la vida musical en Siria como bastante caótica, y hacen responsable de eso a la falta de planificación en la educación musical. Además, según Zerikly, se ha producido una situación extraña: no se ha preservado la identidad musical local árabe al tiempo que no se ha podido establecer una cultura musical clásica.

 

2.2   Política

 

Para tener un mayor entendimiento del rol que juegan en Siria las artes en general, y la música en particular, es necesario dar una mirada a la estructura del régimen sirio, y sus políticas. Con respecto a este punto, utilizaremos como ejemplo la Ópera de Damasco. En su artículo “The Opera House in Damascus and the ‘State of Exception’ in Syria.”, publicado en New Theatre  Quarterly 32 (2016), Ziad Adwan señala que la Ópera de Damasco, oficialmente llamada Casa Al-Assad para la Cultura y las Artes, fue construida por decisión de Hafez Al-Assad, quien gobernó Siria entre 1970 y 2000.[4]

 

Tal como refiere Adwan en su artículo, la construcción de la Casa Al-Assad para la Cultura y las Artes comenzó en 1971, y el edificio recién fue terminado en 2004, siendo inaugurado por Bashar Al-Assad, que ostenta el poder en Siria desde la muerte de su padre en 2000.[5]

El edificio de la Ópera de Damasco (con sus tres salas, la mayor de las cuales cuenta con capacidad para unas 1335 personas, e inspirado en las casas de ópera europeas de los siglos XVIII y XIX) fue diseñado y construido por el estudio londinense Renton Howard Wood Levin, a un costo estimado de más de 40 millones de dólares. Adwan señala que, a pesar de la excelencia del equipamiento del complejo, la Ópera de Damasco está dirigía a un sector muy minoritario de la sociedad siria, y que funciona mayormente como una prenda de orgullo del régimen, y del mismo Bashar Al-Assad. Además, conviene tener presente que ningún otro teatro fue construido en Siria durante el dominio de los Al-Assad. En efecto, sabiendo que la mayoría de los recursos económicos direccionados al área están direccionados a Damasco, la capital, no es difícil imaginar lo difícil de la situación musical en el resto de las ciudades sirias.

 

A pesar de todas las dificultades, no son pocos los logros que se han obtenido. La televisión nacional siria produjo un programa llamado “El Lenguaje del Mundo”, presentado por el  crítico musical Fahih Tamazajian (1945-2011), que fue transmitido durante los 1980’s y 1990’s. En este programa se presentaba la música de compositores clásicos europeos como Bach, Haydn, Mozart, Beethoven, Chopin y Tchaikovsky, entre otros. Personalmente, yo estuve entre los muchos sirios que tuvieron su primer contacto con la música clásica gracias a este programa de televisión y a programas similares aireados por la Radio Nacional Siria. Más aún, el Ministerio de Cultura sirio comenzó a publicar desde 1993 una revista llamada La Vida Musical que fungió como una muy buena fuente de conocimiento sobre las músicas clásicas europea y árabe.

Vista general del edificio de la Ópera en Damasco. (AFP) - https://thearabweekly.com/damascus-opera-launch-first-concert-online-celebrate-end-lockdown

3 . La música clásica (en) Siria con posterioridad a 2011

Nos toca ahora ocuparnos de como cuestiones como la política, la guerra y la migración han incidido en el panorama de la música clásica en Siria.

3.1 Educación 

 

La llamada “revolución siria” y la subsiguiente “guerra civil” no afectaron inmediatamente a todas las regiones sirias. De todas maneras, tarde o temprano todas las instituciones educativas ubicadas en las “zonas calientes” del conflicto se vieron forzadas a cerrar sus puertas. A pesar de lo difícil de la situación, las planificaciones educativas musicales lograron ser al menos parcialmente llevadas a cabo, ya sea en áreas no tan directamente afectadas por el conflicto armado, como la ciudad de Latakia, o en otras partes donde el conflicto ya había terminado, como la ciudad de Homs. 

 

Ghyas Zeidieh, en su disertación doctoral que ya hemos citado, señala que al comenzar la guerra civil en 2011, todos los docentes extranjeros que estaban enseñando en el Instituto Superior de Música dejaron Siria, en general retornando a sus países de origen.

 

Nabih Bulos, en un artículo para Los Angeles sobre la Orquesta Nacional Siria, titulado “Dozens of musicians have fled or been killed. Yet, in war-torn Syria, the orchestra plays on.”, publicado en marzo de 2018, menciona que para 2012 todos los músicos rusos ya habían partido, dejando tanto a la orquesta como al Instituto Superior de Música de Damasco teniendo que enfrentar grandes obstáculos para seguir funcionando. Entre estos músicos estuvo Víctor Babenko, que moriría poco después en su Rusia natal. Nabih Bulos relata que durante el momento en que los conflictos armados estaban teniendo lugar en las cercanías de Damasco, tanto el Instituto Superior de Música como la Ópera habían quedado dentro del rango de alcance de misiles y morteros, por lo que presentarse a clases o a ensayar se volvió imposible.

 

La Facultad de Educación Musical se vio fuertemente afectada en 2012, y todas las actividades tuvieron que suspenderse por más de seis meses debido a los fuertes combates que estaban ocurriendo en el vecindario donde se encuentra la universidad, en Homs. 

 

A pesar de todo, dos nuevas instituciones musicales abrieron sus puertas durante este período en dos de las principales ciudades sirias. En Latakia se inauguró en 2013 un nuevo instituto bautizado en honor del compositor y estudioso de la música clásica árabe Mahmoud Al-Ajjan (1916-2006). También, en 2014, una vez que la situación en Homs amainó (al menos parcialmente) se inauguró un instituto con el nombre de Muhammad Abd Al-Karim (1911-1989), destacado intérprete del buzuq (una suerte de laúd con cuello largo y con trastes). Ambas instituciones enseñan tanto música clásica árabe como música clásica europea, y aceptan alumnos de entre 7 y 18 años.

3.2   Política

 

En su artículo sobre la Ópera de Damasco, Ziad Adwan señala que el régimen insistió en mantener abierta la casa de Ópera y otros espacios aún a pesar de las crecientes protestas antigubernamentales que estaban teniendo lugar y que terminaron derivando en los conflictos armados, en un intento de propagar la idea que no estaban ocurriendo ningún tipo de demostraciones y que la vid cultural continuaba por sus carriles normales. Más aún, durante la “guerra”, Bashar Al-Assado eligió la Ópera en dos ocasiones para ofrecer discursos formales en los que presentó su propia narrativa respecto de lo que estaba ocurriendo en Siria. Como señala Adwan, la Ópera fue elegida como blanco de los morteros de la oposición armada a Al-Assad en numerosas ocasiones. Al día de hoy no se ha esclarecido si la Ópera fue alcanzada por artillería por error, dada su vecindad con la sede del Estado Mayor Conjunto, o si fue elegida precisamente por la continuidad de sus actividades artísticas mientras las fuerzas de Al-Assad bombardeaban otros vecindarios de Damasco y de las ciudades cercanas. Adwan señala que el régimen de hecho intensificó las actividades culturales en la Ópera, y que abrevió el nombre del centro a Casa Al-Assad, como un mensaje a los sirios que podía interpretarse como “la Ópera es de Al-Assad, así como el país es de Al-Assad”. “El país ha sido cubierto por el nombre de Al-Assad y la oposición armada tiene como objetivo eliminar todo lo relacionado con su dinastía. Lamentablemente, la Ópera termina siendo uno de esos blancos ", concluye Adwan.

 

El periodista Ali Moraly señala que la música cumplió dos roles en la propaganda del régimen a partir de los eventos de 2011, que se han manifestado en dos fases. El primer rol – durante la primera fase – fue el de, a través de la continuidad de las actividades culturales “con normalidad”,  expresar una negación de la existencia de cualquier tipo de crisis política en el país. El segundo rol vino después – durante la segunda fase – a medida que el régimen usó las actividades culturales como una suerte de reafirmación de una identidad “secular” en oposición a la identidad “islamista” de muchos de los grupos opositores.

 

La música clásica entonces no solo funcionó como una herramienta de propaganda del régimen sirio sino también de sus aliados, en especial de Rusia. Ha habido una gran cantidad de eventos en la que músicos rusos han ofrecido sus actuaciones para el público sirio durante los años de guerra. Uno de los más notables dentro de estos eventos tuvo lugar en la antigua ciudad de Palmira. Valery Gergiev (fuerte partidario del presidente de Rusia, Vladimir Putin) dirigió a la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky en las ruinas del Teatro Romano de Palmira el 5 de mayo de 2016, luego de que las fuerzas sirias, apoyadas por la aviación rusa, lograran recuperar el sitio histórico del dominio del llamado “Estado Islámico” (IS, o ISIS) en marzo de ese año. Como señalaba Steve Rosenberg para la BBC, esto es más que música. El mensaje del concierto es “la contribución de Rusia es positiva para Siria” y “Este concierto es una protesta contra la barbarie y la violencia exhibida por los militantes del Estado Islámico”.

 

Para Moraly, el régimen sirio comenzó a ser visto internacionalmente como “el menor entre dos males”, especialmente con posterioridad a la escalada terrorista, y a la crisis de refugiados. Esto llevó a que distintas organizaciones rusas e italianas (particularmente durante los tiempos en que el populista de derecha Matteo Salvini ostentó el cargo de Primer Ministro de Italia) organizaran eventos en Damasco, en un intento de quebrar el aislamiento internacional y de normalizar las relaciones con el régimen sirio.

3.3   Guerra 

 

Con respecto a la guerra, no es solo que el conflicto armado haya afectado el normal desenvolvimiento de la educación musical y de las actuaciones sino que, trágicamente, el conflicto se cobró la muerte de no pocos estudiantes y músicos, y muchos otros sufrieron heridas, además de la gran cantidad de músicos y estudiantes de música que tuvieron que abandonar Siria. Además, los estudiantes de música que decidieron quedarse en el país, tuvieron que cumplir servicio militar obligatorio. Tres de mis ex compañeros estudiantes en Siria, un cellista, un guitarrista y un pianista, murieron en combate. Otro joven músico, que se vio forzado a huir a Líbano, murió a causa de la baja calidad de los servicios de salud ofrecidos a los refugiados sirios en ese país.

 

3.3   Migración 

 

El incremento de la cantidad de sirios abandonando el país a partir de 2011 ha afectado múltiples aspectos de la vida social, económica y cultural de Siria. Nabih Bulos comenta que al momento de escribir su artículo, 74 de los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Siria habían emigrado. Esto obligó a la orquesta a enfrentarse al problema de ejecutar música con muchos menos músicos que lo habitual. La búsqueda de un lugar donde continuar los estudios, o donde ejerecer profesionalmente, ha empujado a muchísimos músicos sirios a emigrar a Europa o los Estados Unidos.

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Orquesta Sinfónica Nacional de Siria celebrando la "victoria" de Bashar al-Assad en las elecciones presidenciales de 2021, Ciudadela de Damasco, Damasco, domingo 6/6/2021

4. La música clásica tocada por exiliados sirios posteriormente a 2011  

 

Son cerca de 6.6 millones los sirios que han debido emigrar, y cientos de miles de ellos lo han hecho a Europa. Entre estos emigrados, muchos son músicos clásicos, que participan en diversos proyectos musicales, en orquestas, bandas, seminarios, y muchas otras actividades. De ellos nos ocuparemos a continuación.

 

4.1 Educación

 

A pesar de la dureza del destino que muchos sirios han tenido que enfrentar, el arribar a Europa ha ofrecido a muchos de ellos la oportunidad de beneficiarse de los desarrollados sistemas educativos europeos. Además de continuar su educación en conservatorios, escuelas de música, y masterclasses, muchos músicos sirios eligen también estudiar musicología o disciplinas relacionadas.

 

4.2   Política

 

No nos referiremos aquí a las políticas europeas hacia los migrantes ni al clima político general referido al tema durante los últimos años en Europa. Igualmente, es importante señalar que muchas de las actividades musicales han sido financiadas por fuera de un interés político, y debido mayormente a las historias de vida de los refugiados y, como sostiene Ali Moraly, no por su interés cultural en sí mismo.

 

Nos interesa dar una mirada al mensaje político dado por dos orquestas sirias que tocan en el exilio (de las que hablaremos con más detalle en el punto sobre “migración”). La Syrian Expat Philarmonic Orchestra, u Orquesta Filarmónica de Expatriados Sirios (SEPO) afirma en su sitio web que su objetivo es unir a los músicos sirios exiliados, sin importar cuales sean sus diferencias ideológicas, en orden de salvar la “música siria” que estaría enfrentando su destrucción a causa de la situación actual del país. Aparentemente, la SEPO intenta encontrar una avenida del medio entre las fuertes divisiones políticas existentes entre los mismos músicos sirios. Entonces, la SEPO pone su foco principal en el ser sirio, aunque si esto realmente se materializa en la música que interpretan es algo que discutiremos más adelante.

 

El otro proyecto es la Orquesta Siria Ornina (OSO). Según la periodista Magaly Piscarel, el concierto “Himno a la Primavera” que la OSO ofreció en el Grand Théâtre de Luxemburgo en julio de 2018 fue un homenaje a las revoluciones comenzadas en 2011 en el mundo árabe, y que en Occidente se han conocido como “Primavera Árabe”. El director de la OSO, Shafi Badreddin, entrevistado por Piscarel, expresó que “la mayoría de los sirios no acepta la división de Siria, entonces intentamos mostrar una Siria unificada musicalmente. Elegí una canción de cada ciudad, de cada región de Siria, incluyendo canciones en turco y en sirio. La idea era tener juntos todos los acentos, todos los lenguajes y todos los colores musicales”. Aunque la OSO hace foco, al igual que la SEPO,  en la unidad de Siria dentro de su diversidad, la OSO toma una posición política claramente a favor de la “Primavera Árabe”, y considera que la llamada “Revolución Siria” es una acto legítimo contra un régimen al que ven como dictatorial.

4.3  Guerra

 

Como supervivientes directos o indirectos de la guerra, la mayoría de los emigrados sirios – los músicos clásicos entre ellos – han tenido que enfrentar grandes dificultades. La depresión y el stress post-traumático son mucho más frecuentes en los sobrevivientes de una guerra que en otros colectivos humanos. Además, la mayoría de los músicos sirios perdieron el contacto con la música durante los años de guerra debido a la necesidad de focalizarse en sobrevivir. Todos estos factores, más el estigma y las connotaciones negativas asociadas al hecho de ser “refugiados” le han hecho muy difícil a muchos sobrevivientes sirios el retomar sus carreras, y quizás eso sea más acusado en el caso de los músicos. Aún así, muchos han encontrado la manera de volver a los escenarios. Veamos el caso de estas dos orquestas, la SEPO y la OSO.

 

4.4 Migración

Nabih Bulos comenta que, aunque hay músicos sirios que han encontrado trabajo en orquestas en Europa, los Estados Unidos, o algunos países vecinos como Líbano y Jordania, muchos otros han abandonado la música debido a las dificultades de la vida como refugiados.

Con respecto a los músicos que sí han podido seguir ejerciendo su profesión y a los proyectos en los que intervienen, la Orquesta Sinfónica de Expatriados Sirios, o SEPO (de la cual ya hemos hablado) se presenta a sí misma como “la primera orquesta sinfónica para los profesionales sirios en la diáspora en los países de la Unión Europea”. La orquesta fue fundada en Alemania, en septiembre de 2015, por el músico Raed Jazbeh, que ejerce como director artístico del organismo. La SEPO interpreta música sinfónica escrita por compositores sirios junto con el repertorio clásico estándar. A pesar de su manifiesto interés en interpretar músicas “sirias”, “árabes” u “orientales” en un formato sinfónico, el organismo no incluye instrumentos árabes en todas sus piezas y señalan que la música siria tradicional, en la mayoría de los casos, no es realmente orquestal. Entonces, apuntan a encargar nuevas piezas sinfónicas a compositores sirios. La SEPO apunta a ser una orquesta sinfónica clásica.

El otro proyecto del cual ya hemos hablado, la Orquesta Siria Ornina, u OSO, fue fundada en 2016 por el compositor Shafi Badredin, y tiene su sede en Luxemburgo. Además de los típicos instrumentos de la tradición sinfónica europea, la OSO cuenta con los instrumentos del llamado “ensamble Takht”, es decir, el Oud, el Quanun y el Ney, entre otros. La OSO está más direccionada a la interpretación de música tradicional siria, dentro de un marco sinfónico. Contar con un compositor con la experiencia en música árabe que tiene Badreddin (quien está a cargo de la mayoría de los arreglos que toca la orquesta) es determinante para la música de la OSO.

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Ornina Syrian Orchestra - Concierto Voz de Siria Grand Théâtre de Luxemburgo 2018.  Fassel "donne boire aux assoiffés". arreglado y dirigido por Shafi Badreddin. Solo Rasha Rizk.

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La Syrian Expat Philharmonic Orchestra en directo en la Konzertsaal Universität der Künste Berlin el 3 de octubre de 2017 dirigida por Ghassan Alaboud, acordeón Manfred Leuchter, chelo Salah Namek. The Borrowed Dress, compuesta y orquestada por Suad Bushnaq.

5. Conclusiones

La música clásica ha ocupado un rol identitario para muchos – aunque no para todos – los músicos sirios en el proceso de la creación de Siria como una nación moderna. También, más adelante, la música clásica jugó en Siria un papel de propaganda de la imagen del régimen de los Al-Assad como un régimen moderno, más aún y bajo un control mayor durante los años de la guerra. Mientras que los músicos clásicos sirios en el exilio están reconsiderando su propia identidad musical, los músicos que han permanecido en Siria enfrentan retos mucho más graves. El sufrimiento de los músicos clásicos en Siria es el mismo del de todos sus compatriotas, y es algo que no se solucionará sin reformas políticas y culturales, pero, sobre todo, si en primer lugar no existe la paz.


[1] En este artículo no se abordará la cuestión de la recepción de la música clásica en Siria, de la que esperamos ocuparnos en futuras entregas.
[2] Zeidieh, Ghyas: “A Performance Guide to the Syrian Composer Nouri Iskandar's" Concerto for  Cello and Chamber Orchestra" with Emphasis on Its Syrian and Assyrian Roots” (2020) Disertación doctoral, University of Iowa.
[3] En el libro antes citado de Al-Sharif, y en la necrológica de Babenko  escrita por Omar Houssni “lw'eh alghyab… fyktwr fasylyfytsh babynkw «1951-2013»” (“Ausencia y tristeza … Victor Vasilievich Babenko (1951-2013)”) publicada en Kassioun 641, 2/15/2014 https://kassioun.org/more-categories/art-and-culture/item/32338-5732, vista el 4/9/2021.
[4] En Siria, una gran cantidad de instituciones han sido bautizadas en honor a Al-Assad, desde bibliotecas públicas hasta escuelas coránicas. Los simpatizantes del régimen incluso suelen referirse al país como “Siria de Al-Assad”.
[5] Es interesante señalar el uso de la música durante la televisación del funeral de Hafez Al-Assad, que incluyó, entre otras piezas clásicas, el segundo movimiento de la Sinfonía “Heroica” de Beethoven.

6   Fuentes bibliográficas y hemerográficas consultadas

Adwan, Ziad (2016): The Opera House in Damascus and the ‘State of Exception’in Syria. In New Theatre Quarterly 32 (3), pp. 231–243.

 

Al-Sharif, Samim (2011): Al Musiqa fi Suria: a‘lam wa trikh (Music in Syria: Names and History). Damascus - Syria: The Syrian General Book Association Press.

 

Bulos, Nabih (2018): Dozens of musicians have fled or been killed. Yet, in war-torn Syria, the orchestra plays on. In Los Angeles Times, 3/23/2018. Available online at https://www.latimes.com/world/middleeast/la-fg-syria-orchestra-20180323-story.html, checked on 4/9/2021.

 

Houssni, Omar (2014): lw'eh alghyab… fyktwr fasylyfytsh babynkw «1951-2013» (Absence sorrow … Victor Vasilievich Babenko «1951-2013»). In Kassioun 641, 2/15/2014. Available online at https://kassioun.org/more-categories/art-and-culture/item/32338-5732, checked on 4/9/2021.

 

Moraly, Ali (2019a): fnan alazmh alswry… tlwyhh akhyrh mn shbak altdakr (The artist of the Syrian crisis … a final wave from the box office), 1/10/2019. Available online at https://www.alaraby.co.uk/printedarchive?date=2019-01-10#araby-0/12, checked on 4/12/2021.

 

Moraly, Ali (2019b): mwsyqy zmn alhrb: 'ela eyqa'e althwrh weyqa'e alnzam (Wartime Music: On the Rhythm of the Revolution and the Rhythm of the Regime). In Al Araby, 3/19/2019. Available online at https://www.alaraby.co.uk/printedarchive?date=2019-03-19#araby-0/12, checked on 4/12/2021.

 

Piscarel, Magaly (2018): SYRIANS FIGHT PREJUDICE WITH MUSIC. In Delano, 6/30/2018.

Available online at https://delano.lu/d/detail/news/syrians-fight-prejudice-music/192894, checked on 4/9/2021.

 

Rosenberg, Steve (5/5/2016): Russia's Valery Gergiev conducts concert in Palmyra ruins. BBC. Available online at https://www.bbc.com/news/world-middle-east-36211449, checked on 4/9/2021.

 

SEPO website. Available online at http://www.sepo-philharmonic.com/, checked on 4/9/2021.

Shannon, Jonathan Holt (2006): Among the jasmine trees. Music and modernity in contemporary Syria. Middletown, Conn.: Wesleyan University Press; [London : Eurospan (Music/culture).

 

Zeidieh, Ghyas (2020): A Performance Guide to the Syrian Composer Nouri Iskandar's" Concerto for Cello and Chamber Orchestra" with Emphasis on Its Syrian and Assyrian Roots: University of Iowa.

 

Zerikly, Gaswan (2020): Mbad'e alnghm waleyqa'e byn alhwayh walahtraf (The principles of melody and rhythm between hobby and professionalism). Damascus - Syria: The Syrian General Book Association Press.



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Zaher Alkaei es Máster en Musicología por la Universidad Humboldt de Berlín, compositor y violinista. Actualmente cursa sus estudios de Bachelor en Lingüística en la Universidad de Potsdam, Alemania.

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¡Muchas gracias por leernos! 

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